Todo el mundo conoce a alguien a quien le han tenido que extraer las muelas del juicio, y hemos pasado miedo al ver lo mal que lo pasaban los días siguientes a la intervención. En esos momentos, nos entran el miedo y las dudas: ¿Me las tendrán que quitar a mí? ¿Me dolerá?

¿Qué son las muelas del juicio?

También llamadas terceros molares, son las últimas muelas en salir. Suelen salir al final de la adolescencia o en los primeros años de adultez. Por eso les solemos llamar muelas del juicio, porque salen a la edad asociada a algo más de madurez y juicio. 

Aunque sea habitual tener cuatro primeros molares y cuatro segundos, no pasa lo mismo con los terceros. En este caso, aunque hay gente que tiene las cuatro muelas, también la hay que tiene tres, dos, una o ninguna.

Radiografía de dientes

¿Cuándo no es necesario extraerlas?

A veces, nos asustamos cuando nos están saliendo las muelas del jucio y nos molestan, y creemos que vamos a tener que quitárnoslas. Pero no siempre es así. No tendremos que preocuparnos si los molares están sanos, si han salido por completo, tienen una posición adecuada, la mordida es correcta y podemos limpiarlos fácilmente, igual que limpiamos el resto de dientes. 

En ese caso, no nos las extraerán, y tampoco lo harán si retirarlas puede ser más peligroso para el paciente que dejarlas. Entonces, habría que vigilarlas periódicamente para confirmar que sigue siendo mejor dejarlas.

¿Cuándo se extraerán?

Para empezar, aclarar que cada paciente es único y se tiene que valorar cada caso específico para determinar si habrá que extraerlas o no. Sin embargo, hay algunos problemas que las muelas del juicio pueden causar, y que pueden ayudar a la decisión de sacarlas o no. Tendremos que ir al dentista si las muelas del juicio nos causan alguno de estos síntomas:

¿Por qué me las extraerán?

Antes de que salgan las muelas del juicio, tenemos 28 dientes en la boca, pero cuando empiezan a salir, necesitamos espacio para cuatro más. A veces no tenemos ese espacio, y eso es lo que causa los problemas, como que los dientes se apiñen.

Debido a la falta de espacio, puede que no salgan y se queden retenidas en la encía. Esto podría llegar a crear infecciones e incluso quistes que pueden dañar las raíces de los dientes o el hueso que sujeta nuestros dientes.

También puede pasar que las muelas del juicio salgan parcialmente, es decir, que se queden “a medio camino”. El problema cuando ocurre esto, es que al ser una zona difícil de ver y limpiar, pueden entrar bacterias que causen enfermedades en las encías o infecciones orales. Estas, a su vez, nos pueden causar dolor, hinchazón y rigidez en la mandíbula.

De la misma manera que las que salen parcialmente, una muela que nos sale en una posición incorrecta también puede servirles de puente a bacterias que pueden causarnos caries, y ayudarles a crecer.

Dolor por las muelas del juicio

Me van a quitar las muelas del juicio, ¿cómo va a ser el procedimiento?

Tu dentista te recomendará una anestesia local para que no notes el dolor. La duración depende de cada persona y cada muela y, por supuesto, del número de muelas que vayan a extraer, y puede durar desde los cinco minutos a la hora. 

En algunos casos, será necesario abrir la encía para para poder llegar a la muela y luego dar puntos de sutura para que cicatrice correctamente. Pero no tiene por qué ser así; a veces, pueden extraerse como cualquier otro molar. En ese caso, tu dentista ampliará la zona en la que se encuentra la muela, y con un instrumento llamado elevador o un par de pinzas especiales, movera la muela lado a lado hasta que salga.

Después de la intervención, te darán una gasa para que la muerdas y así, parar el sangrado.

Y después de que me las quiten, ¿qué?

Lo primero es lo primero: descansa hasta que se te pase el efecto de la anestesia. Puedes tardar unas horas en recuperar la sensibilidad en la zona. 

Luego, sigue los consejos que te hayan dado en la clínica dental. Es bastante habitual que te recomienden algún tipo de antiinflamatorio para los primeros días. Sobre todo, cuida tu higiene dental (lávate bien los dientes, y con frecuencia, intenta no fumar…). Los primeros días toma una dieta más bien blanda y no comas cosas demasiado calientes.

Pero entonces, ¿cómo sé si me las van a tener que quitar?

Muy simple. Si crees que es posible que tengamos que quitártelas, pregúntanos. ¡Es nuestro trabajo y estaremos encantados de atenderte!