Las encías retraídas son una de las enfermedades más comunes de la salud dental. Aunque sean comunes, podrían desencadenar problemas, tanto estéticos como de salud, por lo que hay que tratarlas lo antes posible.

Vale, pero ¿qué son exactamente las encías retraídas?

Como su nombre indica, es la afección que se crea cuando las encías se retraen, es decir, cuando las encías van viéndose menos y cada vez vemos más el diente.

Lo que ocurre es que poco a poco se va perdiendo el tejido que rodea los dientes y, en casos extremos, puede llegarse a perder alguna pieza. Debido a eso, el margen entre encía y diente va desplazándose, llegando incluso a verse la raíz del diente.

Es un proceso que ocurre muy lentamente, y por eso, mucha gente no se da cuenta de que le está pasando y tarda en acudir a su dentista, por lo que acuden con el problema bastante avanzado.

¿Cuales son las causas de las encías retraídas?

Enfermedades periodontales

Son la primera causa de las encías retraídas. Podemos nombrar dos de ellas, dependiendo de la gravedad de la enfermedad.

Gingivitis

Es la inflamación de la encía alrededor del diente. Puede ocurrir por acumulación de placa o restos de comida. Como podrás imaginar, estos están relacionados con una mala higiene bucodental. Y es que la placa, si no la eliminamos, se va acumulando hasta crear sarro, y eso solo puede quitarlo un profesional.

Con el tiempo, la gingivitis hace que la encía se haga cada vez más débil. Por eso decimos que la gingivitis puede causar encías retraídas.

Es una afección increíblemente común, ya que afecta al 91% de la población adulta. ¿Cómo saber si la tienes? Normalmente el síntoma principal suele ser el sangrado de las encías al cepillarse, aunque podría no ocurrir en el caso de personas fumadoras.

Periodontitis

Popularmente conocida como piorrea, es una gingivitis que no se ha tratado y ha seguido empeorando. Lo que ocurre es que la placa se acumula entre el diente y la encía. Se forma lo que se llama una bolsa periodontal, y va penetrando en el diente hasta llegar a su raíz.

Con el tiempo, esa bolsa acaba destruyendo el hueso y todo el tejido que lo rodea. En consecuencia, la pieza dental va soltándose y al final acaba cayendo.

encías no retraídas

Mal cepillado

Aunque te preocupes de lavarte los dientes tres veces al día, durante dos minutos y en todas las direcciones que recomiendan los dentistas, no quiere decir que estés haciéndolo todo lo bien que puedes. Probablemente no tendrás gingivitis, pero sigues teniendo riesgo de tener encías retraídas.

El problema es que muchas veces, por intentar lavarnos lo «mejor» posible, tendemos a utilizar cepillos demasiados duros o a cepillarnos demasiado fuerte. Esto puede causar que se deteriore el tejido que rodea el diente y, por tanto, crear encías retraídas.

Aún así, en este caso no es común que ocurra en todos los dientes: suele ocurrir en los caninos o colmillos, alargándose a los incisivos.

En estos casos, suele recomendarse realizarse un injerto de encía. En la Clínica Dental Arrien ofrecemos este servicio para que tus encías vuelvan a su estado normal.

Traumatismos

Como habrás podido comprobar, tenemos que tener cuidado constante con nuestros dientes. Pero esto no aplica solo a nuestra higiene: también tenemos que tener cuidado durante todo el día.

De hecho, cualquier golpe puede crear complicaciones en nuestra boca, incluyendo las encías retraídas.

Y no solo los golpes: el bruxismo (rechinar los dientes, normalmente al dormir) también puede hacer que nuestras encías se retraigan, y es una causa bastante común.

Factores de riesgo

El primero de todos sería, como ya imaginarás, la higiene. Una buena higiene dental puede evitar la creación de placa y, por tanto, la de sarro. Y, por supuesto, evitaremos la fuerza excesiva al cepillarnos.

Otro factor que podría ayudar a que aparezcan encías retraídas sería el estrés. Por un lado, puede ayudar a que aparezca la enfermedad periodontal, aun teniendo hábitos de higiene saludables. Y es que el estrés puede empeorar nuestras defensas, y es por eso que correremos más riesgo de tenerla. Además, el estrés es una causa del bruxismo, que también puede hacer que las encías se retraigan.

También podemos tener las encías retraídas por factores genéticos. Simplemente, hay gente que es muy propensa a enfermedades que afectan a la salud bucodental pese a tener una higiene impecable y gente que es prácticamente inmune a ellas, independientemente de sus hábitos.

Enfermedades como el SIDA o la diabetes debilitan el sistema inmunitario, y por tanto, es más fácil desarrollar infecciones. Entonces, la placa puede avanzar más fácilmente y, como ya hemos visto, retraer las encías.

Por último estaría el tabaquismo. Afecta a la salud en general, incluyendo las encías. Además, el tabaco hace que las encías no sangren cuando hay gingivitis. Por lo tanto, es mucho más difícil diagnosticarla, y cuando se hace, está en un estado bastante más avanzado.